Por Gustavo Rodríguez Carrizo
Ilustración: Carlos Miranda Mena
Fuente: Antología de Cuentos Infantiles 2
(Cooperativa Cartonera “Cuenteros, Verseros y poetas”, Unidad Penitenciaria N° 23 de Florencio Varela, Pabellón N° 4)
Marta era una hermosa anciana de ochenta y un años que vivía sola, en una casa antigua de Lomas de Zamora ¡Bah! Muy sola no vivía, ya que la casa también era habitada por Pepe, un hermoso perro Coker y por Jacinto, un gato persa muy suspicaz y enemigo íntimo de Pepe. Los conflictos se generaban cuando cada uno invadía el territorio del contrincante, lo que conllevaba a interminables persecuciones, corridas y platos rotos. La paz y la guerra eran una sucesión constante e interminable en la vieja casona.
Pero en el sótano de esta misteriosa vivienda también vivía un personaje singular, Santos, un ratón de unos quince centímetros de largo por seis de ancho, con un físico muy trabajado a causa de la práctica de ejercicios corporales, fruto de la sacrificada vida de un ratón con pocas provisiones.
Santos durante años vivió en las bodegas de barcos de ultramar, pero cansado de la vida de marino mercante recayó una tarde en la casona de Lomas de Zamora para quedarse por algunas temporadas. Santos no era ajeno a los conflictos de las mascotas, ya que cada vez que salía en búsqueda de alimentos tenía que vérselas cara a cara con el gato Jacinto, quién nunca
lograba darle caza. Lee más…