Antes de la cárcel, ¿estudiabas? ¿Qué grado cursabas?
Sí estudiaba, iba al 2º año, después salí, quedé cinco años parado.
¿Cuáles son tus principales expectativas con relación a la educación? ¿Qué quieres con ella?
Ahora voy a seguir todo el año hasta terminar el colegio y salir, tener un buen trabajo y también hacer la facultad de Periodismo. Después no sé si me quedo en Argentina o me cambio para otro lugar, como Brasil que me gustó cuando estuve allá. Faltan 3 años más.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos en tu vida de estudiante antes de la cárcel? ¿Y durante?
Acá se te obligan un poquito más para que uno venga y aprenda. Antes la enseñanza era sólo responder a evaluaciones, los maestros no se preocupaban, estaban ahí para recibir el sueldo y no más. Allá, en la escuela fuera de la cárcel, se te pasaba y no aprendías. Acá, los profesores les dan importancia a los alumnos, son buenas personas y nos enseñan. Nunca pensé que hubiera un colegio en que las personas te tratan de esa manera. Por otro lado, por estar privado de libertad se pone difícil, la policía no nos deja venir, hay mucho control, en especial cuándo hay quilombo [pelea entre personas o grupos adentro de la cárcel]. Pero la vida es así, afuera yo casi no valoraba, aquí adentro, hay las limitaciones de estar en una cárcel.
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