Argentina

Darío: “Nos falta un espacio de cuidado”

¿Desde cuándo trabajas con educación en contextos de encierro?
A partir de 2006, a partir de una experiencia de intercambio de ONG, porque yo pertenezco a una ONG que trabaja con adolescentes en la noche y, dada mi experiencia con los adolescentes, me invitaron a contar al servicio penitenciario y ahí fue de donde vino el desafío. ¿Si vos trabajás con estos pibes en la noche, por qué no trabajás con los pibes en cárcel? Yo no tenía experiencia en trabajar con pibes en situación de cárcel.

¿Y trabajas entonces con jóvenes?
Jóvenes adultos, es la denominación que tienen, de 18 a 21 años.

¿Qué tipo de desafíos encuentras en tu trabajo?
Primero el desafío que encontré es que, al ser tallerista y hacer trabajo comunitario, siempre mi laburo fue trabajar la estima, trabajar el desarrollo personal. Acá cuando llegué fracasé, fracasé porque todo lo que yo sabía hacer en lo que se respecta al desarrollo personal acá se hacía agua. No entraban los talleres, no eran de captación de los pibes, estuve así 3 meses hasta que fue una supervisión y lo que pudimos ver es que, tanto las dinámicas que estábamos haciendo, estaban equivocadas porque a los pibes les faltaba la base de la estima, la base del quererse, la base de reconocerse como personas. Lee más…

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Patricia: “Me gustaría que no hubiera más contextos de encierro”

¿Desde cuándo trabajas en el encierro?
En el encierro desde fines de 2002, 2003 más o menos.

¿Qué tipo de desafíos encuentras en tu trabajo?
El tipo de desafío que encontré importante cuando recién empecé sin ningún tipo de experiencia, sin ningún título que me habilitara fue el relacionarme con los chicos y con el encierro, lo que no es fácil. Después con el tiempo aprendí a relacionarme con el encierro y relacionarme con mis compañeros que son civiles, pero que están a cargo de la seguridad de la institución, manejan otros códigos que no son los de la escuela. Con un poquito más de tiempo aprendí a hacer acuerdos tácitos para poder trabajar de la mejor manera posible. El desafío de todos los años es la relación afectiva con los chicos, poder conectarte afectivamente. Y después que te conectaste afectivamente, dos más dos o el abecedario, o la cuestión particular de cada uno. Ese para mí es el desafío.

¿Qué tipo de apoyo necesitarías en tu trabajo? ¿Qué hace falta en el instituto?
En el instituto a mí me gustaría que hubiera algún tipo de gabinete serio, no un gabinete al que uno está acostumbrado en la escuela, sino que labure a la par de nosotros. A veces tenés problemas particulares que uno trata como si tuvieras hijos, digo yo, porque estás improvisando todo el tiempo, agarrando problemas que te vienen nuevos, metés la pata sin querer, te metés en cosas complicadas y si tuvieras un profesional que entiende mejor de ciertas cuestiones, estaría bárbaro, psicólogos, asistentes sociales, uno por lo menos de cada uno. Lee más…

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Luca: “Articularía más con todo lo que tiene que ver con justicia”

Trabajo en educación en contexto de encierro desde el año 2003 y uno de los desafíos que encuentro para ejercer mi trabajo en el contexto es poder articular con el servicio penitenciario en los intereses para que los chicos se puedan educar en la escuela, mejorar la alfabetización, y bueno, que los alumnos puedan promocionar venciendo todas las dificultades que tienen día a día en el contexto de encierro para poder llegar a tener su título secundario al finalizar el recorrido de la secundaria. Actualmente, trabajo en Campana, en el Complejo Carcelario de Campana, que pertenece a la Provincia de Buenos Aires.

Nuestro trabajo lo podemos hacer, o sea, hay libertad de acción. Lo que falta es más articulación, coordinación en ese sentido. No veo que haya demasiadas limitaciones, pero se pueden ampliar muchas cosas y dar una formación con mayor calidad. Lee más…

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Verónica: “El desafío es abrir mentes, desarrollar pensamientos”

¿Desde cuándo trabajas como educadora en contextos de encierro?
Trabajo en la escuela 702 y siempre trabajé en cárceles de mujeres. Soy titular en educación primaria y estoy en la cárcel de mujeres de Los Hornos desde 1999, con destino definitivo.

¿Cuáles son los desafíos que encuentras en tu trabajo?
Por un lado, darle continuidad a lo que uno enseña porque la situación de tristeza y de presión que como mínimo viven las mujeres hace que sea muy difícil desplegar una tarea creativa por parte de las alumnas y sin crear no puedes construir conocimiento. Entonces, lo que para mí es el gran desafío es desbloquear y dar la posibilidad de aprender realmente y de dar un aprendizaje de calidad, que es el mismo desafío que tiene la educación de adultos afuera, no solamente librar certificados para conseguir trabajo, sino abrir mentes, desarrollar pensamientos. Ese es el gran desafío porque demasiadas veces, en toda América Latina, libramos certificaciones de educación completa y la persona no adquiere las habilidades necesarias para enfrentar la vida real. Lee más…