Trabajo en educación en contexto de encierro desde el año 2003 y uno de los desafíos que encuentro para ejercer mi trabajo en el contexto es poder articular con el servicio penitenciario en los intereses para que los chicos se puedan educar en la escuela, mejorar la alfabetización, y bueno, que los alumnos puedan promocionar venciendo todas las dificultades que tienen día a día en el contexto de encierro para poder llegar a tener su título secundario al finalizar el recorrido de la secundaria. Actualmente, trabajo en Campana, en el Complejo Carcelario de Campana, que pertenece a la Provincia de Buenos Aires.
Nuestro trabajo lo podemos hacer, o sea, hay libertad de acción. Lo que falta es más articulación, coordinación en ese sentido. No veo que haya demasiadas limitaciones, pero se pueden ampliar muchas cosas y dar una formación con mayor calidad.
En algunos casos falta formación específica para el contexto, pero ahora, a nivel nacional, nos ofrecieron un pos título de educación en contexto de encierro, que el recorrido fue muy bueno, aunque ni todos lo pudieron hacer, porque había un cupo limitado. Sobre 38 docentes que yo tengo en el colegio, en la escuela, donde estoy como vice director, 12 pudieron hacer esta capacitación y tengo la esperanza de que podamos ser buenos multiplicadores con el resto.
¿Lo que cambiaría de la educación en contexto de encierro? Trataría de mejorar los derechos para que ellos puedan acceder, articularía más con todo lo que tiene que ver con justicia, que haya una coherencia y una coordinación en las decisiones, que no se hagan traslados cuando los chicos están estudiando y esas cuestiones que entorpecen mucho el trabajo. Y bueno, que esté en la agenda política, porque en realidad está en el discurso pero en la realidad muchas veces no sucede. Nos trasladan chicos que están terminando el último año de la secundaria y se les interrumpe la escolaridad, muchas veces hay dificultades para que lleguen del pabellón a la escuela, o como no hay incentivos, optan por otras ofertas por encima de la educación. Y bueno, esas son con algunas de las dificultades con las que nos encontramos.
Luca Jiménez, 38 años, Escobar, Argentina. Educador en contexto de encierro