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Yo me llamo Ana Lucía. Tengo … bueno, nascí en 1960… pues… tengo 52 años. Lo difícil para seguir estudiando fue pues lo económico, falta de plata. Faltó que alguien me apoyara para seguir estudiando. Estudié hasta quinto de primaria, entrando a primero y como entré a nocturna ya en Bogotá me asustó un poco.Un hermano que era el que me estaba apoyando para estudiar me decía que quería que fuéramos doctoras, que nos especializáramos en algo de doctoras. No se pudo, porque éramos siete hermanos y mi mamá ya era quien respondía por papá y mamá. La única hermana que estudio fue la última. Alcanzó hasta el bachillerato, consiguió el novio y allí quedó.
Bueno, nosotros como padres apoyarles a que ellos estudien, que salgan adelante y no queden como en el momento nos quedamos nosotros. Como lo estoy haciendo en este momento para mi hijo que está en noveno. Él no quiere seguir estudiando, pero yo siempre le digo que yo quiero, que termine, que en este momento me toca duro, que siga adelante yo quiero darlo lo que yo más pueda para que el pueda seguir adelante, quiero que mañana el sea alguien en la vida.
Ana Lucía, 52 años
Testimonio colectado por la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación, en Bogotá, Colombia, 2011
ENGLISH TRANSLATION
My name is Ana Lucía. I am… well, I was born in 1960, so I’m 52 years old.
The hardest part of continuing school was the economic. I had no money. There was no one there to support me in my studying. I quit in the fifth grade of elementary school, ‘cause I studied in the night period in Bogotá, and that scared me a little bit.
One brother supported me to continue studying. He used to tell me that both of us were going to be doctors, that we’d be experts in something. But I couldn’t study, because there were seven of us, and my mother was playing the role of mother and father at once. The only sister that could finish school was the younger one. She graduated, got a boyfriend, and that was it.
Well, I think we, as parents, should encourage our children to go to school, to continue their studies, so they won’t end up like us. As I’m doing with my son, who is in the ninth grade now. He does not want to continue school, but I always tell him to finish it. That’s when I get tough on him. He must continue, and I want to give him more, so that he can move forward. I want him to be someone in the future.